El REAL DECRETO 1631/2006, de 29 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas correspondientes a la Educación Secundaria Obligatoria (concretado en Andalucía en la ORDEN de 10 de agosto de 2007) introduce la enseñanza por competencias básicas. Éstas pueden definirse como la capacidad de realizar tareas correctamente. Para ello, se conjugan conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes, emociones y todo aquello que facilite el logro eficaz de una tarea. El nuevo currículo ha identificado ocho competencias básicas:
-Competencia en comunicación lingüística.
-Competencia matemática.
-Competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico.
-Tratamiento de la información y competencia digital.
-Competencia social y ciudadana.
-Competencia para aprender a aprender.
-Competencia cultural y artística.
-Autonomía e iniciativa personal.
La enseñanza por competencias se rige por una serie de principios metodológicos. Está claro que, por la definición misma de competencia, se trata de una enseñanza contextualizada y realista, es decir, práctica. Enseñar un conocimiento es saber aplicarlo y, para que un/a alumno/a sea capaz contextualizar un conocimiento determinado es necesario que nuestra enseñanza sea lo más realista posible. Una enseñanza realista debe ser, necesariamente, social: sólo lo que está verdaderamente ligado con la realidad, con las vivencias del entorno, desarrolla verdaderamente nuestra competencia comunicativa. Son por tanto primordiales la implicación de la familia, grupo de amig@s, compañer@s, y en general, cualquier ambiente en el que se mueva el alumnado.
Otro rasgo que caracteriza a nuestra enseñanza es la estratégica: propone enseñar una serie de acciones (estrategias) necesarias para iniciar y/o desarrollar una habilidad en personas que carecen de ella. Pero no sólo es estratégica, sino también modelada, es decir, hacer que el alumno compruebe que el profesor lo hace de la misma forma que lo haría él y que tiene probabilidad de equivocarse. Ésta última se complementa perfectamente con la prolongada: el alumnado debe ir adquiriendo y ejercitando progresivamente dichas competencias, a través de la repetición de tareas o actividades.
Uno de los mecanismos que utiliza el profesorado para motivar al alumnado es la variedad. La enseñanza por competencias debe ser, por tanto, variada en todos los sentidos: variedad de orden, tipo, modo de realización; variedad diatópica, diastrática, diafásica...
Por último, no por ello menos importante, tenemos la metacognición. No tiene ningún sentido que enseñemos a nuestros/as alumnos/as algo sin que éstos/as sepan para qué están aprendiendo ese concepto o destreza y sin que sean conscientes realmente de lo que están aprendiendo.
Además, se seguir la conjunción de todos estos principios, una adecuada enseñanza por competencias debe escoger un enfoque metodológico basado en el aprender haciendo. En este sendio, son varias las posibilidades que se pueden ofrecer:
1. Enseñanza para la comprensión de Perkins. El marco de la Enseñanza para la Comprensión, desarrollado en un proyecto de investigación en el Proyecto Cero a comienzos de los años 90, enlaza lo que David Perkins ha llamado los "cuatro pilares de la pedagogía" con cuatro elementos de planeación e instrucción. Pueden consultarse en este enlace.
2. Enfoque comunicativo. Con este modelo didáctico se pretende capacitar al aprendiente para una comunicación real —no sólo en la vertiente oral, sino también en la escrita— con otros hablantes de la LE; con este propósito, en el proceso instructivo a menudo se emplean textos, grabaciones y materiales auténticos y se realizan actividades que procuran imitar con fidelidad la realidad de fuera del aula. (Para más información, consultar http://cvc.cervantes.es/obref/diccio_ele/diccionario/enfoquecomunicativo.htm).
3. Estudio por proyectos de trabajo, estudio por centros de interés o proyectos documentales (integrados), PDI. Ayuda a los estudiantes a:
- adquirir conocimientos y habilidades básicas,
- aprender a resolver problemas complicados y
- llevar a cabo tareas difíciles utilizando estos conocimientos y habilidades.
Los estudiantes tienen mayor autonomía que en una clase tradicional para moverse y hacer uso de diversos recursos (preferiblemente dentro del aula); y los grupos que se conforman trabajan en proyectos diferentes.
4. Resolución de problemas. El docente genera situaciones en las que los estudiantes pueden explorar conceptos, aprender acerca de procedimientos, argumentar, acercándose a demostraciones, analizar y/o generar aplicaciones, investigar y, en general, elaborar acerca de los conceptos, procedimientos, algoritmos u otros términos matemáticos acerca de los cuales deben aprender.
5. Enseñanza por tareas o secuencias didácticas. Es la propuesta de un programa de aprendizaje de lengua cuyas unidades consisten en actividades de uso de la lengua, y no en estructuras sintácticas (como hacían los métodos audiolinguales) o en nociones y funciones (como hacían los programas nociofuncionales). Su objetivo es fomentar el aprendizaje mediante el uso real de la lengua en el aula y no solo mediante la manipulación de unidades de sus diversos niveles de descripción; de ese modo se postula que los procesos de aprendizaje incluirán necesariamente procesos de comunicación. Para más enformación, pueden consultarse los siguientes enlaces: http://cvc.cervantes.es/obref/diccio_ele/diccionario/default.htm y http://www.difusion.com/ele/formacion/formacion_articulos_art2.asp.
La combinación de los principios didácticos anteriormente mencionados y de los enfoques que se han expuesto ayudan a que el proceso de enseñanza-aprendizaje se base en el aprender haciendo, en que nuestros alumnos practiquen los conceptos y los aprendan utilizándolos. Ésta es la idea básica que define la enseñanza por competencias básicas.
